sábado, 26 de octubre de 2013

Revolución Cubana S. L. Open bar

Hace mucho tiempo que los dirigentes del régimen castrista tomaron la decisión de sacrificar a un pueblo entero, a una cultura completa, a la nación cubana como un todo, en aras de salvar a la ideología comunista castrista que se vende con la marca Revolución Cubana S. L., símbolo internacional de la lucha contra el gobierno de Estados Unidos, el neocolonialismo, el neoliberalismo y el sistema capitalista en general.

Cuba es, más que un faro de libertad, un lumínico de neón rojo en la noche del caos político, que guía hacia su puerta a los sedientos de poder, a los adictos a los espejismos y a los borrachos de ignorancia y miseria de todo el mundo, y que funciona con la energía que se obtiene de la represión de las libertades civiles y la violación de los derechos humanos de sus ciudadanos.

Alimentación y medicación de las estadísticas, adoctrinamiento escolar, propaganda política en los medios y estado policial, en una enorme y compleja simulación de sociedad; una agotadora coreografía de vidas en bucles donde se domestica a toda la población, generación tras generación, como a cobayas en un terrario de cristal, para que marxistas, leninistas, maoístas, guevaristas, izquierdistas de salón, comunistas de sofá y obreros y campesinos ignorantes, víctimas de dictaduras militares y repúblicas corruptas y embaucados por guerrillas y movimientos revolucionarios de izquierda, peguen su nariz a la vitrina de la isla y crean contemplar "un mundo feliz", el sistema ideal con el cual podrán soñar para sus países, si defienden y obedecen ciegamente las directrices de las diversas sectas revolucionarias y sus respectivos gurús.

La izquierda civilizada y bien alimentada de occidente sabe lo que pasa realmente en la isla _alienación, prostitución, alcoholismo, suicidio, violencia, miseria, represión, censura, presos y crímenes políticos, grupos parapoliciales, corrupción, censura y violación de todos los derechos humanos y civiles_, pero prefiere hacer la vista gorda para no perder el falso argumento de la revolución cubana en el interminable debate político de la era posindustrial, al igual que los católicos que miran hacia otro lado cuando el cura abusa del monaguillo o la esposa que calla cuando su marido le pega, para no dar la razón a los que critican su fe y su matrimonio, respectivamente.

En la lucha por la libertad de Cuba, la única ayuda recibida del exterior viene de las manos derechas y conservadoras de los decadentes y ambiciosos Estados Unidos y de los descendientes de la oligarquía cubana que en el siglo pasado provocó el malestar popular que desembocó en la revolución castrista. Los socialistas democráticos de Europa no van a mover un dedo por nosotros. Ni siquiera dan crédito a las noticias de la prensa independiente de la isla en sus prestigiosos periódicos y canales. Para ellos no vale la pena arriesgarse a sufrir las represalias económicas del gobierno norteamericano y del chino por un puñado de nativos salvajes en una isla del Caribe.

Es decir, que en realidad estamos solos, nosotros contra nosotros mismos, mientras el mundo político apuesta desde las gradas de izquierda y derecha de la valla de gallos. Aunque viva o muera, el gallo nunca es el que sale ganando con la pelea. Pero claro, después de tantos años de adiestramiento de un lado y otro de la valla, sería esperar demasiado que los gallos unieran fuerzas y se abrieran paso a picotazos hacia la libertad. Tal vez, después de todo, no seamos más que un puñado de salvajes aislados.




Una producción de CAstor JABAo patrocinada por la Campaña ¡Raúl Castro Rúz: Libre acceso a Internet para todos los cubanos! http://www.change.org/freeinternetcuba #Firma y #Pásalo. 1851 firmAs y subiEndo!



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